Negocios
17.02.2025

Cuestión de piel

Resolvieron un problema de su hijo y en el camino crearon una empresa

Nació como una línea de cosmética de origen vegetal y hoy es una firma que exporta a varios países. Invirtieron $ 130 millones para llegar a ser plástico cero

Por: Sandra Cicaré mail

Fiel a sus orígenes, la empresa argentina de cosmética vegetal Boti-k Puro volvió a encarar una tarea “titánica y casi épica” y logró después de dos años de trabajo alcanzar su objetivo de plástico cero, un proceso que demandó una inversión total de $130 millones y una reestructuración completa de su modelo de negocios, que incluyó no sólo el desarrollo de nuevas formulaciones sino la utilización de packaging sustentable.

“Fue un proceso que duró dos años y arrancó con la adaptación de las fórmulas de cosmética natural a las regulaciones de la Unión Europea”, explicó Ignacio Conde, creador de la empresa junto a su esposa Florencia Villamil Delfabro, quien detalló que este proceso comenzó cuando enviaron a Rusia 50 productos de los cuales sólo cinco pasaron el filtro regulatorio de la UE. “Teníamos fórmulas que creíamos eran naturales pero había algunos ingredientes que no eran aceptados para la cosmética natural”, dijo y frente a eso comprendieron que debían hacer un cambio si querían captar ese mercado, que estaba dispuesto a comprar productos argentinos con calidad y precios premium.

La apuesta fue exitosa y “de esos primeros 50 logramos modificar y exportar 45”, recordó Conde y explicó que allí se encontraron con un nuevo desafío: adaptar el packaging. “Nos dimos cuenta de que ellos hacían mucho hincapié en esto”, dijo y esa fue la otra meta de Boti-k Puro que comenzó en 2022 y finalizó en 2024 con una readaptación hacia materiales sustentables y biodegradables como el aluminio, el papel kraft o bioplásticos.

Esto requirió el desarrollo de proveedores internacionales provenientes de países como Brasil, China, debido a la imposibilidad de encontrar en Argentina los denominados ingredientes verdes.

Una respuesta para su hijo

El camino de esta empresa argentina, que nació hace 13 años y desde el año pasado ya tiene un laboratorio propio en Pacheco y un equipo de trabajo conformado por 33 personas, es un calco de muchas pymes del país que arrancaron poniendo como capital su patrimonio personal y familiar, para luego ser el foco de atención del sistema financiero. 

Pero en el caso puntual de Boti-k Puro, además los movió la urgencia de dar respuesta a la necesidad de encontrar productos de aseo y cosmética para su hijo Santino que sufría de una afección caracterizada por una extrema sensibilidad a cualquier producto químico.

Eso llevó a Ignacio - que se dedicaba a elaborar vitraux - y a Florencia - diseñadora gráfica que elaboraba ropa de diseño - a convertirse en emprendedores primero y empresarios después y dividir sus días entre su vida cotidiana en la serrana localidad de Los Cocos (Córdoba) y Buenos Aires. “Pasamos de hippies a yuppies”, bromeó Conde en diálogo con Ecobiz.

Con una meta clara pero escaso conocimiento en la materia, ambos investigaron el mercado internacional de la cosmética natural, desde donde adquirían los productos para su hijo. Formaron parte de un grupo de padres con las mismas necesidades y estudiaron a fondo el tema. Luego, encararon la difícil tarea de encontrar laboratorios que quisieran hacer sus productos. “Después de muchos intentos logramos encontrar una jabonería boutique que accedió experimentar y, tras prueba y error, logramos desarrollar el primer jabón libre de químicos de origen vegetal, nuestro primer producto”, recordó Conde y dijo que fue una suerte de “Ábrete sésamo” para gestar Boti-k Puro.

El proceso para salir al mercado duró dos años y mientras eso ocurría, los emprendedores decidieron afianzar el canal comercial. Para eso se convirtieron en representantes de productos de marcas saludables como el hígado de bacalao originario de Finlandia; chocolates para celíacos y diabéticos, entre otros.

Primero fue el jabón y luego pasaron a fabricar - vía terceros - champú, acondicionador y finalmente bálsamo labial. “Ese fue el producto más exitoso”, aseveró Conde.

Así, lo que comenzó como una búsqueda de soluciones dermatológicas, se transformó en una cruzada más profunda y significativa que es una empresa que hoy atiende a un mercado de nicho, dedicada a la cosmética vegetal y natural para un cuidado especial. Los productos Boti-K Puro están elaborados con ingredientes de origen vegetal, de cultivos orgánicos, agroecológicos y son libres de petrolatos. No tienen colorantes ni fragancias artificiales y son libres de gluten y caseína, sin parabenos y conservantes eco certificados.

El camino a las góndolas

Instalarse en el mercado argentino fue otra tarea con marchas y contramarchas. Pusieron el foco en la distribución en farmacias pero recién luego de una campaña solidaria con el Hospital de Niños Pedro de Elizalde - que aún se sostiene - para la cual desarrollaron productos hipoalergénicos para niños, ese canal se consolidó. Tuvieron locales propios en los shoppings Unicenter y Dot y hoy están también en cadenas masivas como Carrefour o Farmacity. “Entramos con buenas condiciones y logramos nuestro objetivo que es lograr que nuestros productos estén al alcance de todos”, explicó Conde.

También la empresa desarrolla productos en el exterior, como toallitas de paño de hilado de bambú orgánico en China e incluso llegaron a Taiwán, país que adoptó ese modelo y fabrica con la marca Boti-k. Hasta 2024 exportaron a Rusia, Emiratos Árabes, Qatar y Dubai.

Aún no lograron ganar los mercados de Latinoamérica y el resto de los países de Europa por una cuestión de competitividad. “No podemos competir por precios”, reconoció Conde y explicó que se trata de países donde, además, hay una fuerte competencia. 

Por eso, este año la estrategia de la empresa es “cambiar la política comercial para desarrollar un vínculo más estrecho con los clientes comerciales”, detalló el empresario con la intención de que la cadena de suministro no se debilite frente a los vaivenes económicos, mucho más en un contexto donde el consumidor sigue estando interesado en este tipo de cosmética. 

Llegaron al mercado hace trece años antes de que el veganismo se instale como una demanda firme y cuando lo sostenible y ecológico eran palabras poco usadas en la industria, para convertirse en una de las marcas líderes del segmento."Sabemos que el camino es desafiante, pero estamos convencidos de que la calidad, la honestidad y el compromiso con un consumo más responsable son las claves para responder a las necesidades de un mundo cada vez más consciente y necesitado de soluciones saludables", concluyó el empresario.

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