Industria
21.01.2025

Economía circular

Los yogures que le levantaron la barrera al plástico reciclado

Una empresa alemana logró reutilizar poliestireno para fabricar envases de alimentos, un gran desafío para la industria. Ya hay productos lácteos en góndolas de supermercados

La posibilidad de reciclar los envases plásticos y reutilizarlos en un sector tan sensible como el de la industria alimenticia, es un enorme desafío para la industria, pero ya se está convirtiendo en una realidad palpable a gran escala. La empresa alemana Ineos Styrolution -líder en la provisión de estirénicos a nivel global - anunció que lanzó el primer vaso de yogur que contiene reciclado mecánico de poliestireno en calidad de contacto con alimentos.

La compañía indicó que se trata del primer proyecto con poliestireno reciclado mecánicamente en un vaso de yogur, que fue posible gracias a la colaboración de múltiples socios a lo largo de la cadena de valor.

La empresa explicó que el poliestireno, que es ligero, duradero, higiénico y asequible, es una excelente opción para envasar alimentos, ya que prolonga su vida útil, manteniéndolos más frescos y seguros y por sus propiedades químicas es especialmente adecuado para el reciclaje.

Sin embargo, la utilización de los residuos de plástico en productos que estén en contacto con alimentos sigue siendo uno de los grandes retos que enfrenta la economía circular a gran escala. 

Por eso, desde Ineos Styrolution convirtieron los residuos de poliestireno posconsumo en su componente básico, el monómero de estireno, mediante un proceso llamado despolimerización. Este material se puede reutilizar para fabricar nuevos productos de poliestireno, con alta calidad y sin impurezas.

El proceso de reciclado mecánico del poliestireno se desarrolla en múltiples etapas, desde la clasificación (clasificación NIR profunda, incluido el reconocimiento de objetos), pasando por el lavado en caliente y la clasificación de escamas, hasta la filtración de la masa fundida y la granulación.

La empresa hizo un testeo previo y ahora los yogures están en las góndolas de supermercados alemanes.

La clave del proceso es el “proceso superlimpio” de Ineos Styrolution, que fue registrado como tecnología novedosa de acuerdo con el reglamento 2022/1616 de la UE. 

De esta manera, Ineos Styrolution consigue reciclados de calidad en contacto con alimentos que antes sólo se conocían a partir de reciclados de botellas de PET.

El material reciclado ofrece las mismas propiedades físicas que el poliestireno producido convencionalmente, lo que permite una solución circular perfecta.

A priori se realizaron intensos controles de calidad tanto del material como de los vasos. Además, se requieren análisis detallados para la evaluación de esta nueva tecnología por parte de la autoridad europea alimentaria (Efsa). 

Así, la huella medioambiental del material reciclado es significativamente menor que la del material producido convencionalmente.

La primera prueba se realizó en el último trimestre de 2024 con consumidores para testear la aceptación del vaso con material reciclado y el color del vaso, en colaboración con Unternehmensgruppe Theo Müller, uno de los principales fabricantes de productos lácteos de Alemania. Se llenaron varios cientos de vasos de yogur fabricados con poliestireno reciclado y se ofrecieron a voluntarios en un comedor de Ineos para evaluar la innovación. 

No sólo el 90% de los probadores indicaron que comprarían el producto, sino que también compartieron la opinión de que un vaso reciclado podría tener un aspecto diferente de los producidos convencionalmente. Por ejemplo, un color distinto al blanco liso actual sería totalmente aceptable.

Frank Eisenträger, Eco & Market Development Manager de la empresa dijo que “el poliestireno llegó a la liga de campeones de los materiales reciclados en contacto con alimentos y permitirá a los productores cumplir los nuevos requisitos de la nueva directiva de la UE PPWR para envases y residuos de envases”.

Por su parte, Lena Lembach, a cargo del desarrollo de packaging, explicó que “se trata de un hito en nuestro camino común hacia la circularidad perfecta de los vasos de poliestireno y hacia el cumplimiento de los requisitos de la PPWR, así como de nuestros propios objetivos de reducción de la huella de CO2”.

Desde principios de año los yogures están en las estanterías de los supermercados alemana Lidl.
 

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