Prueba a lo grande
Autos: la multinacional que deja el enchufe y prueba el aceite
La multinacional alemana Bosch está probando en España un combustible en base a aceite vegetal hidrotratado como paso previo al hidrógeno verde. Deja atrás la electromovilidad
La tecnología ligada a la movilidad del futuro entró en una carrera donde la electrificación suma nuevos competidores. La empresa alemana Bosch Engineering, especializada en innovaciones para el sector está explorando el camino del hidrógeno como combustible para los autos del futuro.
La tendencia se acelera e involucra a grandes jugadores debido a que la Unión Europea ya estableció como fecha límite el año 2035 para dejar de comercializar vehículos con emisiones.
La empresa está probando un nuevo combustible denominado Hydrotreated Vegetable Oil (HVO) en España, en dos camiones que hacen un recorrido diario entre dos plantas que tiene en ese país, la de Aranjuez y un centro de distribución en Madrid.
Este combustible renovable es una instancia previa para llegar a la combustión en base a hidrógeno, una tecnología a la que Bosch apuesta a futuro. Está hecho a partir de materias primas y un proceso 100% renovable y de cero emisiones de gases de efecto invernadero. La intención es avanzar hacia la descarbonización del transporte de mercancías por carretera.
Este biocombustible, producido a partir de materias primas renovables como residuos de aceite y grasas vegetales, representa una alternativa eficiente y respetuosa con el medioambiente.
La agenda de Bosch es reducir un 15% las emisiones de CO2 en toda su cadena de valor para el año 2030 (alcance o scope 3), tomando como referencia el año 2018.
Con sus más de 400 sedes en todo el mundo, el Grupo Bosch es neutro en carbono a nivel general (scope 1 y 2) desde 2020. Para eso, en 2022, las emisiones restantes de 0,7 millones de toneladas de CO2 se compensaron con créditos de carbono.
La decisión de la compañía de realizar estas pruebas en sus operaciones en España son claves ya que las emisiones del transporte por carretera suponen el 92,6% del total de emisiones de CO2 de todos los modos de transporte, según datos del “Observatorio del Transporte y la Logística en España” del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Este combustible renovable cumple con las certificaciones de sostenibilidad de la Directiva de Energía Renovable de la Unión Europea.
La compañía señala que, con la utilización del mismo, puede lograrse una reducción de hasta el 80% de emisiones de CO2, lo que equivale a más de 200 toneladas al año, sin necesidad de realizar modificaciones en la flota de vehículos (Euro 5 y 6).
Paralelamente, la empresa se encuentra en la creación y desarrollo de tecnología para la fabricación de hidrógeno verde, el cual es producido a través de la electrólisis. Para esto están tras una técnica más barata de llevarla a cabo. Con este combustible se conseguirán coches que sean neutros en carbono.
Bosch se está jugando el todo por el todo con este combustible. Puesto que, según sus estimaciones, para el año 2030 todos los coches nuevos serán eléctricos o de hidrógeno. Por lo que las ventas proyectadas se encuentran sobre los 5.000 millones de euros.
Con la apuesta de esta multinacional, Alemania deja de poner todas las fichas a los autos eléctricos y apuesta por el hidrógeno como combustible para su movilidad en el 2030.