Desarrollos innovadores para enfrentar el calor extremo

Las grandes olas de calor que viene registrando el Hemisferio Norte obligó a los países a diseñar estrategias para afrontar un fenómeno poco habitual pero cada vez más frecuente.
Esto es lo que realizó Japón, que en un acuerdo entre sector público y privado comenzó a diseñar materiales de uso individual y de las empresas, para reducir el impacto de las altas temperaturas.

Desde grandes desarrollos de la industria agroalimentaria - como el desarrollo de variedades de arroz resistentes al calor extremo - hasta trajes especiales con acondicionadores de aire incorporados, Japón se muestra a la vanguardia a la hora de atacar este problema vinculado al cambio climático.

Según el Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial, el clima extremo es el principal riesgo a largo plazo para la próxima década. Por lo tanto, las actuales olas de calor no son temporales, sino que serán eventos recurrentes, por lo que es necesario actuar rápido para hacer frente a los riesgos del calor extremo.

En el país asiático los parasoles o sombrillas se hicieron cada vez más populares para protegerse del calor. Lo que hace una década, eran un accesorio casi exclusivamente usado por mujeres, con el desarrollo de tejidos especiales que bloquean el calor, cada vez más niños y hombres utilizan este accesorio.

La empresa multinacional Toray, especializada en productos industriales centrados en tecnologías de química orgánica sintética, desarrolló el “Summer Shield”, un tejido especial desarrollado que bloquea más del 99% de los rayos UV, tiene un efecto reflectante y logra reducir 4 grados centígrados o más. Por estas ventajas, estas sombrillas están recomendadas para prevenir los golpes de calor.

Por otra parte, compañías como Ogawa Co.Ltd. se centró en garantizar la seguridad de los niños, y para eso fabricó sombrillas sin bordes afilados y con diseños coloridos.

Otro producto popular, especialmente entre los trabajadores de la construcción, desarrollado por la empresa japonesa que lleva ese nombre es el denominado Kuchofuku, un uniforme con aire acondicionado, que incorpora un ventilador en la campera. Este ventilador sopla aire para secar la transpiración, expulsando el aire caliente y sustituyéndolo por aire exterior más frío para mantener el cuerpo fresco. Desde su lanzamiento en 2004, las mejoras incluyeron materiales resistentes a manchas, fuego y agua.

Koji Ichigaya, presidente de Kuchofuku Co. Ltd. dijo que uno de sus clientes le mencionó que "antes, iba al hospital de siete a ocho veces cada verano para recibir terapia intravenosa, pero desde que empecé a usar ropa con aire acondicionado, nunca más fui".

En el sector agrícola, empresas como Inovex y Koizumiseima, junto con Toray, desarrollaron mallas y redes especiales para invernaderos. El reto fue que estos productos suelen bloquear el calor y la luz necesarios para el crecimiento de las plantas. 

Un agricultor de tomates que utilizó esas redes para invernaderos aseguró que la temperatura dentro de su invernadero bajó hasta 2 grados centígrados. Además, los ventiladores que se ponen en marcha cuando la temperatura supera los 30 grados centígrados en estos establecimientos con esta metodología funcionan ahora menos y permiten ahorrar energía.

En Japón la cooperación de los sectores público y privado fue esencial para desarrollar y difundir el uso de estos materiales, según un reporte del Foro Económico Mundial (WEF). El mismo indicó que el gobierno metropolitano de Tokio y ocho ciudades colaboraron para celebrar un evento de alquiler gratuito de sombrillas. Según el Ministerio de Medio Ambiente, el índice de calor (WBGT) medido en el evento mostró que las sombrillas redujeron el WBGT entre 1 y 3 grados centígrados, bajando efectivamente un escalón el nivel de alerta por golpe de calor.

En tanto, la ciudad de Kawasaki destaca los beneficios del uso de sombrillas mostrando fotos de imágenes térmicas en su sitio web oficial, que muestran las diferencias de temperatura con y sin sombrilla.

La empresa Toray, en colaboración con la prefectura de Ishikawa, la Organización de Apoyo a la Agricultura de Ishikawa y los agricultores locales de tomate, formaron el "Consorcio para el Desarrollo de un Modelo de Agricultura Interior Altamente Rentable Utilizando Nuevos Materiales de Protección Térmica" en 2018 que dio lugar al nacimiento de un producto como la malla de protección.

La agricultura se prepara

Japón es además un gran productor de arroz y las altas temperaturas afectan al cultivo y producen escasez. De hecho, la cosecha del año pasado tuvo fuertes pérdidas.
Frente a eso, desde el Centro de Investigación de Tecnología Agrícola de la localidad de Saitama, una localidad al norte de Tokio, están trabajando para desarrollar nuevas variedades resistentes al calor.

"Cuanto más se presenta este fenómeno turbio y blanco en el arroz, la calidad del arroz disminuye, lo que conduce a una disminución de los ingresos de los agricultores", explicó Naoto Ooka, que supervisa ese cultivo en ese centro.

Teniendo en cuenta que los efectos del  cambio climático comenzó a afectar la producción en ese país y se estima que las temperaturas extremas se repetirán, gobierno y empresas ya pusieron manos a la obra para minimizar el impacto.