Negocios
28.08.2024

Economía circular

Objetos de diseño que nacen de plásticos reciclados

Risaikuru es una marca que elabora productos con un textil alternativo logrado con envoltorios reciclados. Funciona como cooperativa con 13 empleados en San Martín, provincia de Buenos Aires

Por: Florencia Boeri

Clara Shinzato lleva adelante Risaikuru, una marca de diseño cuyos objetos se elaboran con polietileno de baja densidad, es decir plásticos cuya vida útil termina al primer uso, como pueden ser bolsas plásticas, packs de bebidas o envoltorios. Desde la marca recuperan este tipo de residuo y lo transforman en la materia prima con la cual elaboran objetos de diseño en el marco de una cooperativa que brinda trabajo de jornada completa a 13 empleados. Hasta el momento llevan 255 kilos de plástico recuperado, lo que equivale a 36.500 bolsas de supermercado con las que diseñaron más de 26.400 productos. 

Risaikuru es parte de la cooperativa Re Accionar que funciona en una fábrica en la localidad bonaerense de San Martín- Sin embargo la historia de sus inicios es muy distinta a la actual. Clara, su fundadora, es estudiante de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y en diálogo con Eco Biz, cuenta que en 2020 antes de que comience la cuarentena, en la facultad estaban estudiando técnicas para incorporar desechos plásticos. Ante el contexto repentino de aislamiento y con el bagaje teórico que había adquirido comenzó una búsqueda.

“¿Cómo puedo traducir esta técnica a la realidad de mi casa?”, fue la pregunta que se hizo para enmarcar un proyecto que iba a escalar mucho más lejos de lo que hubiese imaginado. El disparador, relata, fue hacerse consciente de la cantidad de material plástico que se desecha y acumula en un hogar después de un único uso. Así, con muchas bolsas y una plancha comenzó a intentar transformar lo que podría ser basura en algo más. Tras cuatro meses de prueba y error logró obtener el primer producto, según sus propias palabras, “decente”. 

Al tiempo emprendió en la creación de objetos reciclados haciéndose cargo de todo: gestión de residuos, producción, comunicación en redes, venta y envío. El salto sucedió al conocer a Leo Rothpflug, fundador de Re Accionar y estudiante de su misma carrera: juntos decidieron unificar los procesos de sus proyectos al trabajar con la misma materia prima. Comenzaron en un taller de Villa Urquiza y luego desde el municipio de San Martín, que estaban interesados en fomentar emprendimientos sustentables en la zona, les ofrecieron el espacio de una fábrica.

Risaikuru se hace cargo de todo el proceso, que va desde la gestión de residuos, la producción, la comunicación hasta las ventas y los envíos

Si bien actualmente tienen el canal abierto para ventas a consumidor final, apuntan a trabajar en el desarrollo para empresas ya sea desde la gestión de residuos, cubriendo necesidades con objetos, o proveyéndoles merchandising para eventos.

Hoy en día los 13 empleados de la cooperativa que conforman Risaikuru y Re Accionar ocupan distintos sectores: producción, diseño, finalización de producto y ventas. De estas áreas, la única que no es compartida entre ambas marcas es la de producción ya que requieren de diferentes tecnologías y procesos. 

¿Cómo es hacer objetos con envoltorios? Clara explica que la materia prima la reciben de donaciones tanto de particulares, comercios y fábricas, además trabajan de forma articulada con los puntos de residuos verdes de la zona. Una vez que tienen los residuos, pasan por un proceso de limpieza, se clasifican por color y se los tritura a medida que se los va necesitando. El resultado son unas “escamas” que se usan para hacer una plancha de material reciclado y con éstas se confeccionan los productos finales, que pueden ser riñoneras, cuadernos, billeteras, bolsos, entre otros.

Las instancias de trituración y de plancha las realizan de forma manual, el material pasa por un proceso de termofusión, similar al de las máquinas sublimadoras, otorgando presión, control de tiempo y temperatura; las tres claves. Una vez que sale de la plancha el textil está listo para ir al taller y ser manipulado. La fundadora de Risaikuru señala que para esa instancia trabajan con una cooperativa llamada Ruo donde se encargan de la confección. Luego, vuelve el taller donde se hace la terminación de producto y está listo para la venta.

De toda esta cadena, Clara se encarga de la gestión de residuos: cuántos hay y de qué colores y luego de la producción. “Vos lo reciclas, yo lo reutilizo y también te comunico mediante las redes cuál es el proceso mediante el que aprovechamos ese material”. La emprendedora sostiene que el fin también es hacer ver en un descarte, un recurso con alcance.

Algo más que vender

Además de la creación de objetos, Risaikuru y Re Accionar desde 2022 brindan talleres para compartir con la comunidad la técnica y los procesos que emplean. En estas propuestas teóricas y prácticas, por las que ya pasaron más de 230 participantes, los talleristas hacen su propio material a partir de bolsas plásticas y con ello confeccionan un producto que se llevan a sus casas. ”El proceso de termofusión es muy adaptable a contextos hogareños, una persona con una plancha puede desarrollar esta técnica”, explica Clara.

“El principal objetivo es que se maximice este conocimiento y que se pueda incorporar”, sintetiza Shinzato. En este sentido, explica que en cada lugar en el que insertan el material requiere de capacitación. “Adoptar ese textil a una taller necesita un tiempo de adaptación porque no es un material que acostumbren a trabajar ni las personas que cosen, ni las maquinarias”, detalla. Actualmente para trabajar con proveedores elaboraron una ficha técnica explicando cómo es el material y cómo utilizarlo. 

“Es necesario que entiendan de dónde viene el textil, el laburo que tiene y toda la cadena de transformación”, destaca Clara, y remata: “La gente cada vez más se interesa, se acerca y pregunta cómo colaborar, hay una búsqueda por un consumo más responsable.
 

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