El caso de Agro Sustentable
Un combo amigable: fabrican bioinsumos y los aplican con drones
La compañía argentina que produce insumos orgánicos, con planta en Misiones, ahora presta un servicio de aplicación con drones para hacer más eficiente la actividad. Trabajan con cultivos extensivos y exportan
La aplicación de bioinsumos con drones en agricultura extensiva es la simbiosis perfecta para hermanar a la agricultura con el cuidado del ambiente, un modelo que durante décadas estuvo en tensión en el mundo y en la Argentina en particular, donde el modelo agropecuario estuvo asentado en un uso intensivo de agroquímicos y en prácticas que no contribuían a mitigar la emisión de carbono a la atmósfera.
Aunque los modelos productivos fueron cambiando de la mano de la siembra directa, los mapeos de suelo, o la agricultura de precisión, la tecnología y la presión de las demandas mundiales aceleraron este proceso.
“Nosotros aplicamos nuestros insumos biológicos que son orgánicos con drones, lo que permite reducir mucho el uso del agua, se llega a zonas de difícil acceso en forma eficiente y permite que el productor o contratista esté menos expuesto”, detalló Matías Imperiale, co fundador y director operativo de Agro Sustentable, una compañía de capitales argentinos de insumos orgánicos para el agro que tiene planta de producción en el parque industrial de Posadas (Misiones), donde fabrican biofertilizantes (Biofert GTG-X) con acción bioestimulante y ahora lanzaron un bioisecticida (Bio Insect) que está certificado como orgánico, una suerte de aceite vegetal que funciona por contacto.
Imperiale también anunció que muy pronto van a salir al mercado con un nuevo producto en el cual combinan algo que vienen estudiando hace tiempo y es la sinergia que tienen las bacterias promotoras de crecimiento con nuevos patógenos. “Trabajamos en asociaciones de este tipo de microorganismos para poder brindar mayores soluciones a los productores”, reveló sobre la novedad que preparan.
En otro momento estos desarrollos se caracterizaban por tener nichos muy chicos de mercado, o al menos muchos lo consideraban así en el sector. Sin embargo, las innovaciones tecnológicas le dieron el impulso suficiente para que convirtieran en soluciones generalizadas, es decir para cultivos comerciales y extensivos, los más desarrollados en Argentina.
“Nuestros productos son orgánicos y por eso empezamos a ir hacia mercados donde buscaban certificaciones para exportar, como Estados Unidos y Europa”, dijo Imperiale, pero como el trabajo se realizaba sobre cultivos extensivos se orientaron al país y la región “y estamos trabajando con muy buenos resultados”, agregó,
“Cuando el productor en Argentina va viendo los beneficios y las ventajas de usar bioinsumos la adopción es cada vez mayor”, agregó al recordar que hace diez años cuando arrancaron este concepto era poco utilizado en el país.
Los fundadores de Agro Sustentable son originarios de Buenos Aires, donde hoy tienen oficinas, y comenzaron trabajando con soja, maíz, trigo y girasol. Luego se fueron expandiendo hacia economías regionales donde se producían cultivos de alto valor como vid, olivo, yerba mate o té.
Agro Sustentable participó del 32° Congreso de Aapresid por primera vez este año con un amplio stand donde presentaron la nueva unidad de negocios que es la aplicación de sus productos con drones, con la idea de ofrecer un servicio integral. También con el Silicon Misiones presentaron una aplicación (app) para que los productores puedan solicitar el servicio.
En el corto plazo panean incorporar herramientas de Inteligencia Artificial (IA) para poder contar además con datos de meteorología y estado de cultivos, de modo de optimizar la aplicación.
“El mercado de bioinsumos crece año a año y el de orgánicos lo hace a una tasa anual del 20%”, precisó Imperiale y recordó que este tipo de productos lo que hacen es “mantener y recuperar la fertilidad del suelo y promover la biodiversidad”.
La compañía realizó en 2024 la primera gran exportación a Paraguay de Biofert GTG-X que es su producto estrella y comenzaron las operaciones en Valencia (España) con un producto llamado Biofert Fly. Aunque arrancaron en 2022 con la planta en territorio misionero ya tienen planes de ampliación para sumar capacidad de producción porque “la demanda es cada vez mayor”, concluyó Imperiale.
