Campo
08.08.2024

Congreso de Aapresid

Producir y conservar, un negocio redondo

Especialistas de todo el mundo disertaron en el encuentro anual de productores de siembra directa. Plantearon los beneficios económicos de la agricultura regenerativa y la captura de carbono

Por: Sandra Cicaré mail

Agricultura regenerativa, productividad y retorno económico pueden ir de la mano, no son antagónicas y los números así lo demuestran. Pero también lo hacen los relevamientos realizados por las principales compañías de insumos agropecuarios que hicieron una transición cada vez más acelerada hacia una forma de producir en forma sostenible, alineando nuevas prácticas de manejo con un portfolio de productos biológicos, orientados a mitigar la huella ambiental que el sector genera.

Esa transformación fue empujada por la fuerte presión social y ambiental sobre la agricultura, derivada de una forma de producción basada en prácticas de manejo muy poco amigables con la salud del suelo y el uso descontrolado de productos agroquímicos. 

El proceso, que se transitó con muchos roces entre los actores de este proceso que miraban de forma fragmentada el campo, el ambiente y los territorios, entró en una nueva etapa, donde productores y empresas vinculadas al negocio agropecuario comenzaron a adoptar nuevas prácticas sustentables, pero ahora, además, quieren mostrarlo y certificarlo.

“Tenemos información y conocimiento que prueban que la agricultura regenerativa y la productividad van de la mano”, dijo Juan Farinati, presidente y CEO de Bayer Cono Sur quien explicó que la compañía viene trabajando desde hace siete años en ensayos y tres años con productores en su programa Pro Carbono que en la Argentina, al cual se sumaron 160 en Argentina. Lo hizo junto a otro partners como la multinacional granaria Viterra.

Datos que valen

Pero además, en esta idea de integrar las soluciones para el productor agropecuario y subirlo al tren de la sustentabilidad, Bayer, Viterra junto a Banco Galicia y su spin off Nera - ecosistema de pagos y financiamiento para el agro- lanzaron la nueva herramienta Igaris, un nuevo programa que combina dos elementos centrales: sustentabilidad y digitalización.

La intención es generar datos precisos y concretos sobre la huella de carbono de los productores, sus acciones de mitigación y reconociendo eso con un diferencial de precio a la hora de recibir esos granos, así como líneas de financiamiento que le permitan sumar rentabilidad-

“Para ser sostenible y tener más productividad no es necesario tener un costo más alto”, dijo Antonis Angeletakis, director global de bioestimulantes Yara Amplix, de la compañía Yara que fue un tradicional jugador en la industria química y ahora salió a disputar el mercado de los bioestimulantes. “Estos productos potencian tanto fertilizantes como otros insumos”, con lo cual al estimular estas acciones “no se va a requerir invertir más”, dijo durante su paso por el XXXII Congreso de Aapresid.

El gran encuentro técnico de los agricultores se convierte año a año en una oportunidad para conocer de primera mano hacia dónde va el sector en Argentina y el mundo, pero también para poner en tensión postulados instalados sobre el modelo productivo. A ese espacio llegan especialistas de todo el mundo que se dan un espacio para esta suerte de “conversación” global. Y en los últimos años la captura de carbono en el suelo, la agricultura regenerativa y los bioinsumos fueron temas excluyentes.

“Para ser sostenible y tener más productividad no es necesario tener un costo más alto”

Sin embargo, este año el debate escaló hacia lo que podrían denominarse como reformas de segunda generación en torno al modelo productivo. Ahora el sector agropecuario no sólo quiere concientizar sobre una producción sustentable sino empezar a mostrarlo y también monetizarlo.

“Hay mucho dato suelto, mucho Excel, hay que sistematizar todo eso, porque hace rato que la agricultura Argentina es una de las más sustentables del mundo”, dijo Marcelo Torres presidente de Aapresid.

Un dato concreto es el que trajo al debate el científico Rattan Lal, la mayor autoridad mundial en ciencias del suelo y Premio Mundial de la Alimentación 2020, quien en el marco del congreso de Aapresid indicó que el productor puede “aumentar enormemente la productividad simplemente mejorando el contenido de carbono del suelo” y apuntó que con un aporte adicional de sólo 10 miligramos “la seguridad alimentaria se vería muy beneficiada”. 

“La paz mundial se ve en riesgo por los problemas de alimentación en el mundo”, reflexionó el científico, quien explicó que este proceso puede modificarse con la agricultura regenerativa, que contribuye a sumar productividad, alimentos y al mismo tiempo reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera llevándolo a la tierra. 

De hecho, esa experiencia ya toma forma concreta de la forma más inédita. Doug Berven, vicepresidente de la compañía norteamericana Poet, la productora más grande de bioetanol del mundo, dijo que en Estados Unidos construyeron ductos para capturar carbono que absorbe el maíz y lo entierran a dos millas de profundidad en la tierra. “Estamos descarbonizando la atmósfera a través del ciclo natural de crecimiento del cultivo y lo ponemos en el suelo”, dijo el empresario.

Lo que antes era una antinomia entre producir en forma sustentable y negocios, hoy parece superada, e incluso complementaria. “Siempre nos van a escuchar hablar de rentabilidad, que el productor sepa que cuando hacemos una recomendación estamos orientados a maximizarla”, dijo Martín Scully de Yara.

Hoy, en su programa conjunto Bayer y Viterra, ya certificaron casi un millón de hectáreas de soja de la campaña 2023/24 libre de deforestación y con menor huella de carbono y le pagaron a esos productores un 2% de precio adicional a la hora de comercializarlo.  “Tenemos que generar estímulos para que el productor incorpore estas prácticas”, dijo y planteó que son los eslabones previos a la comercialización de los bonos de carbono.

En esa vidriera donde hay que mostrar lo que se viene haciendo, es clave la integración. “Las grandes compañías de retail como PepsiCo, Nestlé, Unilever, que son nuestros clientes tienen compromisos de reducir sus emisiones en el corto plazo y parte de ese impacto son las emisiones de toda la cadena de compra de insumos o venta de producto”, reflexionó Francisco García Mansilla, gerente de originación de Viterra. Por eso, “nosotros les decimos que en lugar de comprar créditos de carbono en un mercado caro e incierto para compensar la huella, nos compren nuestro producto que está auditado, verificado y auditado”, concluyó.
 

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