Nuevo espacio
Juego y helados se dieron la mano en un proyecto de economía circular
Tres empresas de Rosario se unieron para ofrecer un espacio lúdico pensado desde la sostenibilidad. Aquí te lo contamos
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Por: Juan Ignacio Paur mail
La cadena de heladerías Río Helados - de la ciudad de Rosario - inauguró un nuevo local en Fisherton, sobre avenida Fuerza Aérea 9198, y lo hizo con una apuesta que va más allá de la gastronomía. El espacio, que comparte propuesta con la empresa de sándwiches Mamina, incorpora una plaza infantil diseñada por la compañía Crucijuegos y construida 100% con materiales reciclados, la primera de su tipo en la ciudad.
La iniciativa nació de un proyecto conjunto entre las tres marcas rosarinas, que buscaban sumar un área de juego para las familias que visitan el local. La propuesta derivó en algo más ambicioso: crear un espacio que combine ocio, helado y juego, pero con una impronta sostenible, alineada al trabajo que Crucijuegos viene desarrollando en materia de economía circular y reducción de desperdicio.
La primera plaza 100% reciclada de Rosario
El corazón del nuevo espacio es una plaza construida a partir de plástico reciclado. El proceso incluye la recolección de residuos plásticos, su trituración, su reprocesado y su posterior fundición para transformarlos en piezas seguras, resistentes y aptas para uso infantil. “Lo que hacemos es tomar residuos plásticos, reprocesarlos y convertirlos en estructuras durables”, explicó Manuel Piñol, responsable de Relaciones Institucionales de Crucijuegos.
La sostenibilidad también alcanza a la pintura: la empresa recupera y estabiliza la pintura que, en los procesos tradicionales, no se adhiere al metal y suele descartarse. Reutilizar ese material permite completar una cadena productiva donde prácticamente nada se desperdicia.
El resultado es una plaza completa, diseñada para distintas edades y compuesta por toboganes, paneles de memoria, una mini palestra y juegos temáticos. Más que un equipamiento, funciona como una demostración práctica de los principios de la economía circular: del residuo al juego, del plástico recuperado a un espacio de encuentro familiar.
Una alianza local para reinventar el juego
De esta manera Río, Mamina y Crucijuegos consolidaron una alianza para desarrollar un espacio que integrara gastronomía, vida familiar y una mirada sostenida hacia el ambiente. La idea surgió a partir del interés de las dos firmas gastronómicas por incorporar un área de juego en el nuevo local de Fisherton, y encontró en Crucijuegos un socio alineado con la idea de avanzar en proyectos con bajo impacto ambiental.
Según explicó Piñol, la articulación entre las tres empresas permitió orientar el diseño hacia un criterio común: “Fue una idea en conjunto. Ellos tienen una gran determinación en el cuidado de los materiales y en la sostenibilidad, y nosotros venimos trabajando desde hace tiempo para reducir el desperdicio y recuperar todo lo que producimos”. Ese punto de coincidencia derivó en la idea de desarrollar un espacio compartido que combina uso público, disfrute familiar y una propuesta recreativa fabricada con materiales recuperados.
La proyección regional de Crucijuegos
Crucijuegos, la firma rosarina que desarrolló la plaza reciclada, atraviesa un proceso de expansión sostenida. “Hoy estamos exportando a Uruguay y tenemos presencia comercial en Chile, Perú, Bolivia y Colombia; nuestro objetivo es profundizar ese mapa regional y consolidarnos como un actor fuerte en Latinoamérica”, explicó Piñol.
El crecimiento también se refleja en la escala productiva. “Estamos ampliando nuestra planta de 12.000 a 20.000 metros cuadrados para acompañar una demanda que viene aumentando entre un 5% y un 15% anual, según el período”. Piñol subrayó que esta expansión convive con una política ambiental integral: “La recuperación de materiales, la reducción del uso de papel y la optimización de procesos forman parte de una estrategia que busca que la sostenibilidad no sea un gesto aislado, sino algo incorporado al día a día de la empresa”.


