Agricultura regenerativa
De la tierra a la góndola: el plan de Syngenta que ya transforma la cadena alimentaria
La compañía tiene alianzas con productores y empresas de consumo masivo. En un foro de agricultura regenerativa explicó los avances
Por: Gabriela Arias mail
Avanzar hacia un modelo que regenere los suelos y fortalezca la resiliencia de los sistemas productivos pero no como un área aislada de responsabilidad social, sino como parte estructural del negocio. Esa es la premisa que se trazó la compañía Syngenta, una de las grandes jugadoras en tecnología e innovación para el agro, que sigue fortaleciendo alianzas con productores para monetizar estas prácticas y, en el otro extremo, con grandes empresas de consumo masivo que están integrando criterios de sostenibilidad.
“Hoy la sostenibilidad no es solo un área aislada; está integrada en productos, comunidades, operaciones y hasta finanzas”, dijo Mariale Álvarez, directora de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos para Syngenta Latam en el marco del Foro sobre Agricultura Regenerativa organizado por la compañía del que participaron referentes de empresas globales, autoridades provinciales, especialistas y productores.
La ejecutiva subrayó que la compañía busca liderar el cambio de paradigma productivo en la región, acompañando a los productores con tecnologías, financiamiento y trazabilidad para que la transición sea viable.
En esa misma línea, destacó: “En Syngenta, la sustentabilidad es parte de nuestro negocio. Regenerar el suelo y la naturaleza, a través de prácticas que apuntan a dejar el sistema mejor que como lo encontramos, es un compromiso que asumimos día a día”.
La jornada abrió con un panel sobre la producción sustentable en la agenda pública, que contó con la presencia de Damián Scarabotti, director de Agricultura de la provincia de Santa Fe. Luego se presentaron los casos de Nestlé y Nera, que mostraron cómo grandes compañías de consumo masivo están integrando criterios de sostenibilidad en sus cadenas de valor.
El bloque central estuvo dedicado al caso Syngenta y PepsiCo, donde se expuso un proyecto pionero que combina innovación, incentivos económicos y trazabilidad digital para impulsar la agricultura regenerativa en la producción de girasol.
El caso PepsiCo – Syngenta
A través del Programa de Abastecimiento Sustentable de Syngenta, ambas compañías implementaron un esquema que permite a los productores validar prácticas regenerativas en sus lotes —rotación de cultivos, cobertura, eficiencia en el riego, uso de biológicos, desarrollo del hábitat de polinizadores— con el acompañamiento y monitoreo de la compañía.
Tras esa verificación, reciben un beneficio económico adicional de entre 1% y 2% sobre el precio de mercado del grano de girasol.
El primer año de implementación arrojó resultados concretos: PepsiCo recibió 4.000 toneladas de aceite de girasol producido en campos de Buenos Aires, La Pampa, San Luis y Santa Fe que aplicaron prácticas regenerativas. La meta es aumentar al menos un 25% la superficie bajo este enfoque en la próxima etapa.
Santiago Desmery, líder de la categoría aceites en PepsiCo Cono Sur y Brasil, destacó: “En PepsiCo, todo lo que hacemos, lo hacemos con la sustentabilidad en el centro, en el marco de pep+, nuestra estrategia de transformación global. Con este proyecto, PepsiCo Cono Sur se convierte en la primera región de la compañía en América latina en contar con un 100% de agricultura regenerativa en el girasol que utiliza”.
Productores protagonistas
El Foro también incluyó un espacio de reconocimiento a productores que ya están transitando este camino. Casos como los de Insumos Entre Ríos, Agropack y AdBlick reflejaron que la transformación no solo requiere innovación tecnológica, sino también visión empresarial, confianza en los mercados y acompañamiento de toda la cadena.

En este sentido, herramientas digitales como Cropwise, la plataforma de Syngenta que permite medir y verificar prácticas regenerativas e implementar planes de mejora continua, se vuelven claves para asegurar la trazabilidad y la transparencia en cada etapa.
Un cambio de escala
El mensaje final fue contundente: la agricultura regenerativa dejó de ser una tendencia para convertirse en una estrategia de negocios que combina impacto ambiental positivo con rentabilidad para los productores.
Como sintetizó Mariale Álvarez, se trata de un compromiso compartido: “Estamos llevando este compromiso un paso más allá: los productores que se suman obtienen un beneficio económico al demostrar la incorporación de prácticas de agricultura regenerativa, lo que impacta positivamente no solamente en el ambiente sino también en su rentabilidad”.
El desafío hacia adelante será escalar estas prácticas, consolidar la articulación entre Estado, empresas y productores, y garantizar que el agro argentino siga siendo competitivo en un mundo que exige alimentos sustentables.



