Economía circular
Requechos que valen: revisten paredes con residuos textiles
Decidieron convertir toneladas de descarte en un producto para la construcción, con maquinaria propia. Están en tratativas con grandes marcas 
 
Por: Agustina Roldán mail
La industria textil es una de las más contaminantes del planeta, pero dos diseñadoras decidieron que no querían sumar un producto más al mercado, sino aportar una solución. Así nació Requecho, un emprendimiento que convierte residuos textiles en paneles sustentables para revestimiento y, al mismo tiempo, asesora a empresas para que gestionen mejor su descarte. Ese camino, los acercó hace poco tiempo a la cadena Todo Moda, con la cual está en tratativas para crear un producto utilizando sus desechos.
Luciana Sabsay y Verónica Litvinoff aprovecharon sus conocimientos en diseño de indumentaria y sustentabilidad para encontrar la solución a un problema invisibilizado: el desperdicio textil.
“No queríamos sumar un producto más al mercado, sino brindar una solución. Detectamos que el textil es un residuo poco atendido, prácticamente invisible, dado que no hay registros de cuánto se tira ni de cuánto se recolecta. Vimos ahí una oportunidad de generar impacto real”, contó Litvinoff en diálogo con Ecobiz.
El corazón de Requecho es un aglomerado textil que combina recortes de tela con un aglutinante 100% natural y biodegradable. El resultado son paneles de 20 x 10 cm y entre 2 y 3 cm de espesor. No se trata de ladrillos portantes, sino que sirven a los fines de revestimiento y ofrecen aislamiento acústico y térmico.
“Más allá de lo funcional, son visualmente muy lindos. Según el textil que reutilizás, varía el color y se pueden generar degradés y combinaciones”, explicó la cofundadora y detalló que están pensados para “revestir paredes, armar biombos, dividir ambientes o incluso para proyectos de diseño como lámparas”.
Cada panel utiliza en promedio 300 gramos de residuos textiles, lo que permite dimensionar el impacto potencial en una industria donde, según un relevamiento de la Universidad de San Martín, solo en la Ciudad de Buenos Aires se tiran 12 toneladas diarias de desechos.
El proceso es artesanal, pero innovador. Las emprendedoras desarrollaron sus propias máquinas, una trituradora que troza la tela para un material más manejable y otra que prensa y consolida esas fibras en placas resistentes y homogéneas. Trabajan con un aglomerante 100% natural y biodegradable. “Si el día de mañana desarmás el panel y lo desechás, entra en su ciclo de descomposición”, afirmó Litvinoff.
Escalar sin perder el sentido
El emprendimiento oriundo del barrio de Colegiales (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) está en plena etapa de prueba y error para homogenizar la producción y escalar. “Nuestra intención es procesar ocho toneladas anuales de desechos textiles. Sabemos que podemos llegar a ese número, pero todavía estamos en la etapa de ajuste de las máquinas”, reconoció una de las diseñadoras.
El objetivo, sin embargo, va más allá de crecer como una gran planta centralizada. “En sostenibilidad no tiene mucho sentido traer residuos de todos lados a un único lugar porque eso aumenta la huella de carbono. Nuestro sueño es generar células de procesamiento en distintas zonas que se encarguen de tratar los desperdicios textiles de su alrededor”, señaló Litvinoff.
Hoy el abastecimiento de residuos llega principalmente de talleres textiles y empresas de indumentaria, pero el modelo es adaptable a otras industrias. El desecho textil no solo proviene de la moda, sino también de hoteles, hospitales, restaurantes.
El ideal de Requecho es firmar convenios con empresas, capacitarlas para disminuir el desperdicio en su cadena y, a la vez, que los provean del material, es decir, de la materia prima del emprendimiento.
Requecho ofrece consultoría a empresas del sector textil y productivo. “Nuestro objetivo es ayudarlas a medir, registrar y clasificar sus descartes. El primer paso para revertir el problema no requiere tecnología sofisticada, sino acciones básicas: pesar lo que se descarta, registrarlo y clasificarlo. Con eso ya se pueden diseñar estrategias de reducción que implican ahorros reales y compromiso ambiental”, explicó la socia.
Una puerta grande
El emprendimiento ya fue distinguido en el concurso “Vos lo Hacés”, organizado por la Dirección de Emprendedores de la Ciudad de Buenos Aires, donde fue uno de los seis proyectos ganadores entre más de 160 participantes. “Fue una experiencia increíble, nos ayudó a darle forma al proyecto, a presentarlo en público y nos abrió contactos clave, como el vínculo con Todo Moda, con quienes estamos en tratativas para crear un producto utilizando sus residuos”, destacó la cofundadora.
El futuro cercano de Requecho es seguir consolidando el proceso de escalado y abrir alianzas con empresas para ampliar la red de recolección de residuos. Más a largo plazo, el plan es expandir el modelo celular y generar impacto ambiental positivo en distintas regiones.
 

