Negocios
22.08.2025

Alto vuelo

Abejas viajeras: la miel orgánica argentina que endulza mercados y gana premios

Sus productos combinan tradición artesanal con certificaciones orgánicas internacionales. Usan energía solar y reciclan. Un ejemplo de negocio de triple impacto

Por: Juan Ignacio Paur mail

En un contexto global donde los consumidores buscan alimentos sustentables y de calidad certificada, una empresa que comenzó a comercializar miel orgánica en ferias locales o a través de redes sociales dio un salto hasta llegar a las góndolas internacionales con productos que combinan la identidad del campo argentino con estándares globales más exigentes. Ese fue el camino que recorrió Las Quinas - radicada en General Las Heras (provincia de Buenos Aires), que se consolidó como un ejemplo de innovación con raíces familiares.

Fundada en 2003, comenzó con la apicultura orgánica y, con el tiempo, sus productos —miel, mermeladas, dulce de leche y untables plant-based— se empezaron a comercializar en Europa, Estados Unidos y Japón.

El crecimiento de la empresa estuvo marcado por hitos clave. En 2011, su miel fue reconocida por la World Honey Awards como una de las mejores del mundo, impulsando la apertura hacia la exportación y posicionando a Las Quinas en el mapa internacional de la apicultura de calidad. 

Ocho años después, en 2017, la compañía obtuvo la certificación como Empresa B de Triple Impacto, y se convirtió en una de las primeras firmas argentinas del sector alimenticio en cumplir con los más altos estándares sociales, ambientales y económicos.

“Ese reconocimiento nos permitió demostrar que la calidad y la sustentabilidad pueden ir de la mano”, afirmó Ricardo Parra, fundador de Las Quinas. “Nos posicionamos como una pyme que innova sin perder contacto con nuestras raíces y con la comunidad”, dijo.

Trabajo local y productos del campo tradicionales son dos conceptos que combina Las Quinas, que fabrica, entre otras, mermeladas de tuna.

Con estos logros, la marca se consolidó como referente en producción sustentable, basada en el cuidado del entorno, el fomento del desarrollo local y manteniendo procesos transparentes en cada etapa de su producción.

Producción con propósito

Desde sus primeros años como un pequeño emprendimiento que comenzó a difundirse a través de la participación en ferias o redes sociales como Facebook, hasta su expansión internacional, Las Quinas mantuvo un enfoque constante en sus clientes y se fue adaptando a sus necesidades y preferencias.

Además, enfocó su negocio en tres pilares que le dieron identidad: respeto por la naturaleza, compromiso social e innovación productiva, con la mirada puesta en el consumidor. Sus productos combinan tradición artesanal con certificaciones orgánicas de Argentina y Alemania, libres de gluten y sin aditivos artificiales.

“La sustentabilidad y el cliente están en el centro de todo lo que hacemos, desde la selección de ingredientes hasta el envasado”, explicó Parra.

Pero además de enfocarse en una producción sostenible, la empresa además aplica esa lógica a su propio proceso de fabricación. Utiliza energía 100% solar, implementa sistemas de reciclaje de agua y trabaja en la valorización de residuos. Además, promueve programas de empleo inclusivo con cooperativas de mujeres rurales, con la intención de fortalecer la economía local y la cohesión de la comunidad, lo que completa un modelo alineado en los criterios ESG (ambiental, social y de gobernanza). 

Entre sus productos más destacados se encuentra el untable plant-based de arándanos y almendras, desarrollado para conservar sabor, textura y valor nutricional, un éxito en los mercados de Alemania y Estados Unidos.

La empresa produce alrededor de 30 mil frascos por mes.

“Cuidamos cada etapa del proceso, respetando los ciclos naturales. Esto nos permite ofrecer un producto auténtico, responsable con el planeta y alineado con lo que nuestros clientes esperan de nosotros”, agregó Parra.

Escalando al mundo

Actualmente, Las Quinas produce alrededor de 30.000 frascos por mes, y sus exportaciones se expandieron a más de 15 países en Europa, América del Norte y Asia en los últimos años. Su éxito está asentado no sólo en el tipo de producto, sino además en los procesos de trazabilidad y sostenibilidad que los acompañan.

En 2023, la empresa fue reconocida por The Food Socioscope por su aporte a un sistema alimentario inclusivo y sostenible. “Queremos que cada frasco refleje no sólo sabor, sino también nuestros valores: autenticidad, responsabilidad ambiental y compromiso con la comunidad”, afirmó Ricardo Parra.

Así, la pyme argentina busca demostrar que es posible lograr un lugar en los mercados globales sin perder la identidad ni la conexión con las comunidades, es decir, su modelo de triple impacto.

Parra explicó que la empresa se mantiene en constante evolución. “Estamos en búsqueda de mejorar la planta y desarrollar nuevos productos. Es un proceso de innovación constante para crecer sin perder nuestra identidad”, dijo.

Entre los desafíos actuales, destacó la robotización de algunas áreas de la planta, clave para mejorar la eficiencia y consistencia del producto. Además, la empresa está cerrando un convenio con la Universidad Nacional de Luján que le permitirá desarrollar nuevos productos plant-based, combinando innovación, valor nutricional y calidad artesanal. 

“Cada innovación que emprendemos respeta nuestra filosofía: autenticidad, sostenibilidad y compromiso con la comunidad”, concluyó Parra.
 

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