Campo
11.08.2025

De la finca a la botella

Vinos: sellan una alianza para descorchar datos verdes

Dos organizaciones que reúnen a empresas del sector perfeccionan un instrumento para homologar la sustentabilidad del vino argentino. Aquí, los detalles

 

Por: Juan Ignacio Paur mail

Con el objetivo de transformar la vitivinicultura argentina y responder a las crecientes demandas globales, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) firmaron una alianza estratégica para incorporar tecnologías innovadoras y herramientas que ayuden a productores y bodegas a gestionar y reducir su impacto ambiental, y pasar de la trazabilidad productiva a una más amplia que incluya los aspectos logísticos y operativos.

El eje central del acuerdo es la ampliación de una herramienta clave para medir la huella ambiental del vino argentino como es la Calculadora de Huella de Agua y Carbono. Esta plataforma, que fue desarrollada por la Unidad de Investigación, Desarrollo e Innovación de Coviar en 2023 junto al grupo Cliope de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Mendoza y el Conicet, y certificada internacionalmente por SGS —empresa líder mundial en inspección, verificación y certificación ambiental— permite evaluar el impacto ambiental de todo el proceso productivo, desde la finca hasta la botella. Ahora, se suma un módulo para calcular también la huella de carbono organizacional, aprovechando la experiencia en la materia de la SRA.

Mario González, presidente de Coviar, destacó el desarrollo federal de proyectos vitivinícolas en el país que crecen acompañados por el enoturismo.

Esta ampliación permitirá a productores y bodegas tener una visión integral de su impacto ambiental, facilitando la obtención de certificaciones como el “Sello Triple Impacto” de la SRA y el “Sello Argentina Sostenible”, ambos alineados con el Plan Estratégico Vitivinícola 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

Estas certificaciones buscan homologar la calidad ambiental del vino desde la finca hasta la botella, otorgando respaldo sólido para su comercialización en mercados nacionales e internacionales.

Mario González, presidente de Coviar, subraya la importancia práctica del acuerdo. "Estamos tratando de cumplir un sueño: desarrollar una certificación local sólida que tenga sentido en los mercados internacionales”, dice. Por eso “avanzamos con este Sello Argentino Sostenible, de la mano de Cancillería, y pensando en países como Canadá, donde los monopolios estatales definen las compras. Sin una certificación local fuerte, no tiene sentido ingresar a estos mercados cada vez más exigentes”, agrega.

Estas herramientas permiten optimizar recursos, reducir costos y abrir puertas a mercados exigentes que valoran la sostenibilidad, mejorando la eficiencia productiva y la rentabilidad.

Este convenio incluye incentivos económicos y financieros que facilitan el acceso a financiamiento verde —como créditos y subsidios— para que los productores adopten prácticas más sustentables y competitivas. De esta manera, la alianza se traduce en un apoyo concreto para quienes trabajan en el campo y en la bodega, promoviendo un cambio real en la producción.

La calculadora de carbono no solo responde a exigencias internacionales, sino que también garantiza la trazabilidad ambiental, cada vez más requerida en mercados con regulaciones estrictas. 

Este avance fue posible gracias a la colaboración con organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), la Universidad Nacional de Cuyo y socios internacionales, que aportan respaldo científico y técnico.

El acuerdo suma tecnología, certificación y respaldo institucional para consolidar un modelo productivo más sostenible, que coloque al vino argentino como un referente mundial.

Vitivinicultura federal y enoturismo

Esta alianza se enmarca en una visión federal que entiende la sostenibilidad no solo desde lo ambiental, sino como un modelo de desarrollo territorial equilibrado y diverso. Desde hace años, Coviar trabaja activamente para diversificar la vitivinicultura argentina, ampliando sus fronteras más allá de las tradicionales regiones de Cuyo.

"Hoy en Argentina tenemos 18 provincias vitivinícolas", explicó el presidente de Coviar y dijo que el enoturismo es clave para el arraigo territorial.

Este enfoque se traduce en proyectos que cobran fuerza en provincias como Córdoba, el Litoral, Patagonia y, más recientemente, Jujuy, Buenos Aires y Santa Fe, donde la vitivinicultura adopta nuevas expresiones productivas, identitarias y turísticas. Se trata de una apuesta por reconocer la riqueza de los microterritorios y acompañar a productores de distintas escalas en procesos de innovación y creación de valor agregado.

“Hoy tenemos 18 provincias vitivinícolas, donde la producción más interesante surge desde proyectos que integran el turismo. Son microproducciones pequeñas, pero con una afluencia de público que conecta paisaje, vino y gastronomía. Esto genera un enorme potencial económico para cada una de estas zonas”, destaca González.

El enoturismo se posiciona así como una herramienta clave para fortalecer el arraigo local, dinamizar las economías regionales y vincular al consumidor con la experiencia cultural del vino. 

A través del programa “BTB, Mi Cultura Federal”, que articula iniciativas que integran producción, identidad y sostenibilidad, Coviar genera un círculo virtuoso entre territorio, cultura y mercado.

Vino argentino sostenible y competitivo

“El vino argentino es mucho más que tradición o identidad cultural: es un emblema del desarrollo sostenible que avanza con paso firme hacia el futuro”, señalan desde Coviar. 

Y explican que la incorporación de tecnologías innovadoras, la implementación de herramientas para medir el impacto ambiental y el compromiso con políticas de certificación posicionan al sector como un actor competitivo en el mercado global, responsable con el medio ambiente y comprometido con las comunidades que lo producen.

Parte de este proceso son los acuerdos o alianzas estratégicas entre el sector público y privado, como la que firmaron Coviar y SRA, que facilitan el intercambio de conocimientos y el acceso a recursos financieros que aceleran la adopción de prácticas sostenibles en toda la cadena productiva.

“El verdadero desafío es que esta alianza impulse resultados concretos para productores y bodegueros en todo el país, fortaleciendo un modelo sostenible y competitivo para el vino argentino”, plantean desde Coviar. 
 

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