Economía circular
Campo más limpio: récord de recuperación de envases de fitosanitarios
La tarea que lleva adelante la organización Campo Limpio, conformada por más de 110 empresas del campo, se multiplica en Argentina. Acá, todos los números
La recuperación de residuos tóxicos, como los envases vacíos de fitosanitarios y su recuperación para transformarlos en productos para otras industrias como la construcción, marcó un nuevo hito en Argentina. En el mes de julio el sector agropecuario rescató del campo más de 20 millones de kilos mediante un sistema integral de gestión que articula la asociación Campo Limpio, que nuclea a más de 110 empresas fabricantes de agroquímicos.
La circularidad de este modelo permite reciclar el plástico recuperado en usos seguros. Según datos de la organización, a la fecha, los envases ya se revalorizan en 19 destinos permitidos, la mayoría en caños tritubo para contener fibra óptica, envases para productos químicos y materiales para la construcción, entre otros.
El sistema de Campo Limpio es pionero y único en Argentina, ya que, a partir de la responsabilidad extendida y compartida que establece la ley nacional de Presupuestos Mínimos Ambientales para los Productos Fitosanitarios (N° 27.279), abarca a todos aquellos que participan de la cadena: productores, aplicadores, empresas, ingenieros agrónomos, distribuidores y autoridades competentes (a nivel nacional y local).
Desde su lanzamiento, la iniciativa fue ganando escala en todo el territorio y erradicando progresivamente malas prácticas como el entierro y la quema de envases, así como el comercio informal del plástico.
En 2019, el sistema contaba con apenas siete Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT), todos ubicados en la provincia de Buenos Aires. Un año después, ya eran 27 distribuidos en seis provincias. Hoy, la red alcanza los 92 CAT operativos y una presencia activa en 22 provincias argentinas.
A este trabajo que organizó el sector privado se sumaron además los estados provinciales, que fueron avanzando progresivamente en la implementación de la ley, lo que permitió que en los últimos tres años el recupero de envases haya aumentado a un ritmo promedio del 30% interanual.
Cada vez que los productores entregan los envases al sistema actúan de acuerdo con lo requerido legalmente y al mismo tiempo impiden que se conviertan en un riesgo para el ambiente y/o que su plástico termine en objetos peligrosos para la salud (bolsas para acarreo de alimentos, cubiertos, juguetes, etc).
Los productores reciben un certificado ambiental por la entrega de estos residuos plásticos que se emite contra entrega, acreditando su accionar alineado con la sustentabilidad y la ley.
El sistema se organizó de manera federal con la intención de que los productores puedan encontrar los CAT en su territorio. Para eso hay operadores habilitados a nivel provincial que reciben los envases y los reciclan, transformándolos en materia prima que sirve de insumo a la industria plástica.
María Pisanu, directora ejecutiva de Campo Limpio, resaltó la capilaridad del sistema y sus aportes. “No estamos hablando sólo de números: cada envase recuperado lleva detrás un esfuerzo colectivo, logístico y ambiental que merece ser reconocido y valorizado, y está contribuyendo a la transformación de un hábito que será sostenido en el tiempo”, dijo.
“Es fundamental que la industria y los consumidores lo vean como un producto con impacto positivo, capaz de sostener y fortalecer el cuidado del ambiente y la economía circular que estamos construyendo en un contexto muy complejo”, indicó Pisanu y destacó que “recuperar envases es un paso fundamental, y los logros alcanzados nos muestran que vamos por el camino correcto, pero también sabemos que aún queda mucho por hacer y que sólo podremos hacerlo trabajando juntos”.
La organización realizó recientemente una jornada de recepción de recipientes vacíos de agroquímicos y concientización por primera vez en Santiago del Estero. En esa primera jornada en la provincia, la zona rural de Los Juríes fue testigo del recupero de más de 4.000 kilos de recipientes vacíos de fitosanitarios “tipo A” es decir, aquellos que previamente fueron sometidos a técnicas de triple lavado y/o lavado a presión.
Si bien fue la primera jornada de recepción que se realiza en Santiago del Estero, Campo Limpio ya realizó acciones para el retiro de residuos agroindustriales que se encontraban en la provincia, en las que se recolectaron unos 8.000 kilos de plástico proveniente de estos envases.


