Negocios
29.05.2025

Varias vidas

De la tranquera a la moda: fabrica mochilas reutilizando material del campo y crece

La empresa fabrica mochilas, materas y otros accesorios con modelo de triple impacto. Está enfocada al segmento corporativo y planea su ampliación

Por: Rodrigo Elias mail

Cuando trabajaba en el campo, en la producción agrícola, el ingeniero agrónomo Santiago Harriague sintió culpa por la cantidad de silobolsas que se quemaban o enterraban causándole un daño al medioambiente. Y ese sentimiento le despertó una idea que cambió su vida y la de muchas personas más: reutilizar esas bolsas donde se almacenan granos a gran escala y las de arpillera plástica que contienen semillas para convertirlas en mochilas, materas, yerberos y otros productos sustentables. Así nació Kaia Puni, que significa ambiente en hawaiano. 

“Cuando llegaban al campo, volcábamos el trigo en la tolva, abríamos las bolsas e inmediatamente se tiraban, con lo cual su vida útil eran los cinco minutos que tardábamos desde que las descargábamos del camión”, recordó Harriague, fundador y CEO de Kaia Puni, en diálogo con Ecobiz. Y agregó: “Muchos campos no tienen un silo donde almacenar los granos y las semillas llegan en bolsas de 25 kilos (kg), por lo cual estamos hablando de miles y miles, ya que para sembrar 1.000 hectáreas de trigo se requieren muchísimas bolsas”. 

De esta manera, un día a finales del 2020, Harriague se llevó cinco bolsas para probar si le era posible fabricar mochilas. Tuvo éxito y renunció a su trabajo de ingeniero. Hoy la empresa no sólo tiene un modelo de negocios armado y consolidado, sino además que está muy enfocado al segmento corporativo al que abastece con su producción y está en etapa en proceso de ampliación

“El modelo de negocios es recontra rentable, si bien aún recién se está generando la demanda”, subrayó. Y agregó: “Hoy se habla de lo sustentable como nicho, pero en poco tiempo el mercado completamente va a tener que ser sustentable”. 

Hoy la empresa que nació en Vedia, provincia de Buenos Aires, ya reutiliza ocho tipos de descartes y tiene una gran cantidad de productos y líneas. 

Producción 

Si bien se destaca y conoce por sus mochilas, Kaia Puni fabrica además yerberos, materas, neceseres, loncheras, billeteras, bolsos, bandoleras, riñoneras y cartucheras. 

Los productos están hechos a partir de residuos plásticos, descartes de otras empresas, como bolsas de arpillera plástica, polipropileno, PET 100% reciclado, silobolsas y banners publicitarios. 

El modelo de producción es descentralizado y artesanal. La producción es seriada, pero sin taller propio. Las trabajadoras (en su mayoría adultos mayores) confeccionan desde sus casas, lo que reduce la escala pero favorece la inclusión laboral.

El método

Harriague aclara que lo que hacen no es reciclaje, sino reutilización directa de materiales en desuso. Cada producto es resultado de un proceso minucioso, con materiales no estandarizados y mucha intervención manual. 

“No queremos que nos compren solo por ser sustentables, queremos que la mochila sirva, dure y no se rompa, porque si al poco tiempo se rompe, no sería sustentable, terminaría en la basura”, subrayó. 
Por otra parte explicó que utilizan “toda la calidad disponible que hay en Argentina, como cierres IKK, que son los mejores, hilo de nylon de 40, que es caro pero fuerte, herrajes de acetato, entre otros materiales”. 

Negocios con impacto

Los clientes principales de Kaia Puni son corporativos. En mayo le vendieron 200 mochilas a una empresa y 300 materas más 50 fundas de computadora a otra. “Vendemos bien, esto va creciendo”, afirmó   

La firma asiste a distintos eventos anuales como: Bioferia y Expomate (que se hace dos veces al año). “Esto nos permite mostrarle a la gente el producto, porque muchas veces lo ve por internet y le gusta, pero quiere tocarlo y ver su calidad”, explicó. 
Si bien aspiran a tener un local en algún momento, por ahora están conformes con la venta online.

A Santiago siempre lo interpeló la arista social, así que cuando vio que el negocio podía funcionar, se contactó con la Fundación Formar, que capacita gente en oficios y luego les busca salidas laborales.

“Ellos me presentaron a las costureras Eli y Gladys, que son hoy las líderes de producción”, contó. Y agregó: “Las conocí el 17 de febrero del 2021 y desde ese día no paramos de trabajar”. 

En la actualidad, ellas tienen dos equipos de siete personas cada una trabajando en lo que es corte y confección, en la producción plena, mientras que hay otras cinco personas en las áreas de administración y logística.

Obstáculos al crecimiento

Según el dueño de Kaia Puni, mucha gente piensa que lo sustentable debería ser más barato porque se fabrica a partir del descarte de otra persona, con lo cual opta por no comprar.  “Nosotros no reciclamos, reutilizamos, pero mucha gente no entiende que si algo está reciclado, quiere decir que el material que llega se rompe, se funde y se vuelve a hacer, por tanto es obvio que va a ser más caro que algo de materia prima virgen”, sentenció el fundador de la empresa. Y remarcó: “De todos modos, tratamos de tener precios competitivos”.

Recientemente, la empresa lanzó una colección nueva llamada Kope, que son descartes de la industria del café. “Es algo sobrio, minimalista, premium, sintético y detallista, está forrado por dentro con una tela hecha de pet 100% reciclado que le sube la calidad”, indicó. 

Pero los proyectos de la empresa no terminan allí, ya que está llevando adelante planes de ampliación. “Buscando forma de escalarla, creí que tenía que hacer mochilas de tela”, señaló. Y amplió:

“Empecé a leer sobre la cantidad de descartes textiles que hay, y son toneladas por día”, dijo. 

En consecuencia, se comunicó con la empresa Fibrán Sur, que está empezando a reciclar tela, y decidió comprar una antigua marca suya llamada Tatuca. “La rediseñamos y nos lanzamos a esto de las telas de algodón reciclado, con el interior de pet reciclado”, remarcó. 

Fibrán toma descartes textiles, los lleva a la fibra de algodón de vuelta y hace un rollo de tela a partir de esos descartes. “Con esto buscamos más escala y otro mercado, porque es otro segmento totalmente distinto de clientes”, concluyó.
 

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