De Roma a Mar del Plata
Usa una técnica milenaria de reciclaje y crea materiales para la construcción
Formada en el diseño industrial fundó una empresa que fabrica piezas artesanales y revestimientos que se insertó en el mercado
Por: Eugenia Langone mail
Está formada en el diseño industrial, pero para Noel Nussbaum el descubrimiento del terrazo - el material del que se enamoró - fue parte de una una laboriosa búsqueda que la fue llevando a dar forma al negocio que sostiene desde Mar del Plata. Se trata de Menta Poleo, una empresa que fabrica bachas de baño y cocina artesanales y revestimientos, y que puso en valor a un elemento cuya historia viene de la antigua Roma, que está compuesto por una mezcla de piedra, arena y otros fragmentos, a los cuales también le sumaron componentes reciclados.
“Es un material muy versátil, que puede ser utilizado para una pared entera, azulejos, una mesada, pisos de continuo o bachas que se realizan con moldes, que es lo que más hacemos”, explica Nussbaum sobre la amplitud de posibilidades. Eso le permitió a la empresa escalar en el último tiempo y dar un nuevo paso como es trabajar con diferentes compañías constructoras en proyectos específicos.
La experimentación con el terrazo fue parte del proceso de crecimiento de Menta Poleo y la pandemia le dio a Nussbaum el tiempo necesario para hacerlo. “Venía de la carrera de diseño, había dejado, pero siempre estaba con algún proyecto en mente”, dice la joven neuquina que se autodefine “inquieta” y que desde Menta Poleo busca “transformar materiales provenientes de la naturaleza en arte”.

El terrazo que es utilizado habiltualmente para la construcción, la conquistó a primera vista. “Estaba haciendo un curso de cemento rápido, vi atrás una pieza color azul y me di cuenta de que eso era lo que quería hacer”, cuenta rescatando el proceso de manufactura que fue aprendiendo en el camino y que le llevó meses. “No es artesanal pero tiene un manufactura donde el trabajo manual es muy preciso”, afirma.
El contacto con otros fabricantes, y el conocimiento de los materiales y la técnica, comenzó a desarrollarlo en un galpón donde trabajó por meses. “Empecé haciendo objetos decorativos y piezas más chicas, y ahora hacemos fundamentalmente bachas de baños y cocinas, pero también mesadas, tapas de mesa y cualquier pieza a medida”.
Hoy son dos los que trabajan en el taller de Mar del Plata, eventualmente tres, abocados a la fabricación de bachas, con envíos a todo el país. También hacen trabajos a medida y empiezan a explorar su participación en obras de mayor dimensión.
Además, sumaron la venta de insumos y ofrecen cursos de capacitación para quienes quieran emprender la búsqueda de lo que definen como “el arte del terrazo”, desde los métodos más tradicionales hasta los más aggionados.
Al rescate de la antigüedad romana
El terrazo es un material rescatado de las técnicas de construcción de la antigüedad romana, compuesto de fragmentos de piedras, como mármol, granito, cuarzo o vidrio, que mezclados con un aglomerante como puede ser el cemento se utilizó hace siglos.
“Lo que sabemos es que en Italia se usaban los restos de las construcciones de los grandes palacios, que eran reutilizados a partir de este material y en muchas ocasiones se utilizaban para pavimentar calles y para otros otros usos”, cuenta Naussbaum.
Su flexibilidad y durabilidad está entre sus principales bondades. Sin embargo, a eso se suma la posibilidad de trabajar con materiales de la naturaleza e incluso sumar a esa mezcla materiales a reciclar.
Naussbaum explica en detalle el proceso mediante el cual buscan incorporar piedras naturales. “La mezcla es de aditivos, cemento y lo que llamamos los áridos, que son marmolina (arena blanca) y piedad naturales como puede ser ónix, cuarzo y otras que traemos de diferentes puntos del país”, detalla. Pero además, sobre esa base, se abren múltiples posibilidades: maderas, plásticos duros, vidrios, cauchos y otros materiales reciclables.

Si bien cada uno tiene sus características y requiere formas diferentes en el proceso tienen la posibilidad de ser reutilizados. “La madera es difícil porque se humedece, pero puede ser con maderas bien duras", dijo y contó que probaron con vidrios a partir del reciclaje de botellas y también con plásticos que son una alternativa válida aunque es más difícil obtener de consistencia dura ya triturada. Aún así demostró que existen infinitas posibilidades de trabajo.
Lo cierto es que cada pieza es única y queda diferente una vez que se lleva adelante el pulido que en el último tramo del proceso se realiza a mano y con ojo atento. “Cada pieza lleva mucha dedicación”, destaca.
La versatilidad se suma la durabilidad del material, ya que bien tratado, "el terrazo puede ser eterno", apuntó Naussbaum. “Siguiendo las recomendaciones y los cuidados, sin volcarle materiales corrosivos su durabilidad es enorme y en cualquier caso, puede volver a pulirse y renovarse”, concluye.