Campo
02.12.2024

Una lupa en el suelo

Pusieron a trabajar a hongos y bacterias

La Enmienda organizó el 1° taller de manejo biológico para acercarles a los productores herramientas hacia una transición ecológica. Fue en el establecimiento de Suma Qaman

Observar en acción a hongos y bacterias actuando en el suelo no es cosa de todos los días. Sin embargo, fue lo que pudieron hacer los productores que participaron del 1° taller de manejo biológico aplicado a la transición agroecológica coordinado por la empresas La Enmienda - dedicada a proveer productos y servicios relacionados a la regeneración de este recurso mediante la aplicación de microbiología benéfica - en un campo de la localidad bonaerense de América, perteneciente a Suma Qaman, un establecimiento familiar que decidió transitar una nueva forma de hacer agricultura.

Con la presencia de productores y asesores agropecuarios interesados en disminuir el uso de insumos químicos y en crear sistemas productivos más resilientes, tuvo lugar este taller destinado a dar herramientas para la transición agroecológica.

En ese camino, desde La Enmienda explicaron que se trata de un manejo de los cultivos en el cual las inversiones en tiempo y dinero se focalizan más en el desarrollo de la microbiología benéfica del suelo que en los cultivos en sí.

Así lo detalló Soledad Reinoso, fundadora de La Enmienda y a cargo del departamento técnico de la empresa quien explicó el aporte de los microorganismos del suelo al ciclo de nutrientes, la formación de la estructura del suelo, al control biológico de plagas y enfermedades y al secuestro de carbono. 

Reinoso destacó que “conocer la biodiversidad de nuestros suelos es fundamental para poder desarrollar nuestro interés por conservarlos y regenerarlos, así como para elaborar enmiendas específicas que aporten a los suelos aquellos grupos funcionales de microorganismos afectados por las prácticas agrícolas convencionales”. 

Pero no fue sólo teoría, los asistentes produjeron pilas de compostaje térmico para la elaboración de suelo vivo y trabajaron con distintos tipos de materia orgánica -residuos de la cosecha- para alimentar a los dos grandes grupos de descomponedores: bacterias y hongos. 

En tanto, el personal de Suma Qaman continuó monitoreando la temperatura de las pilas para asegurar que se mantengan las condiciones adecuadas para el óptimo desarrollo de la red trófica del suelo. 

Por otra parte, se produjo extracto de compost en el biorreactor Aero-3000, diseñado y fabricado por La Enmienda, con la finalidad de aplicar microbiología benéfica en los cultivos de Suma Qaman.

Finalmente se analizaron en microscopio muestras del suelo vivo que se produce en el establecimiento, así como muestras del suelo de los cultivos y del extracto producido en el biorreactor. Los participantes pudieron observar e identificar bacterias, nematodos, flagelados, hifas de hongos, esporas y más. 

“Este tipo de actividades permite intercambiar conocimientos y alienta a más personas a conservar uno de los bienes comunes más importantes que tenemos: el suelo, fuente de alimentos saludables y de agua pura, y principal reservorio de carbono”, dijo Leonardo Barragán, ingeniero ambiental y fundador de La Enmienda.

Diego Álvarez, productor agropecuario y propietario de Suma Qaman, explicó que “la microbiota es un mundo nuevo y sin ella nuestros suelos no serían tales ni tampoco nosotros seres humanos”.
 

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