Campo
28.06.2024

Agricultura regenerativa

Los cultivos que le prestan servicios al suelo

Un estudio de Inta Salta y Conicet determinó que, en el corto plazo, la vicia es una buena alternativa para mejorar la calidad de un suelo degradado. El aporte de los cultivos de cobertura a la sustentabilidad

El sector agrícola, muy cuestionado por el impacto ambiental de muchas de sus prácticas, comenzó a poner en valor el aporte que puede realizar a mitigar los efectos del cambio climático con buen manejo y nuevos cultivos.

Un estudio realizado por investigadores del Inta Salta y Conicet determinó que, en el corto plazo, una leguminosa como la vicia es una buena alternativa para mejorar la calidad de un suelo degradado.

Entre sus diversos aportes, se encuentran la capacidad de aumentar la formación de macroagregados del suelo y promover actividades microbianas beneficiosas.

El informe del organismo público de la Argentina destaca que por sus múltiples aportes al incremento de la materia orgánica y la fertilidad del suelo, los cultivos de servicios como la vicia, se posicionan como una buena alternativa en planteos agrícolas sustentables. De hecho, permiten “elevar hasta un 30% las propiedades microbiológicas del suelo como las funciones microbianas, las que contribuyeron a una adecuada recuperación de la estructuración física de un sistema degradado por monocultivo”, planteó Carolina Pérez Brandán, investigadora del Inta - Conicet en Salta y coordinadora de un proyecto institucional sobre fertilidad química, física y biológica del Programa de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del organismo.

La investigadora destacó la importancia de la diversificación de cultivos como una estrategia clave para aumentar la resiliencia de los sistemas de producción agrícola.

“La inclusión de cultivos de servicio como vicia, avena, melilotus, triticale y brachiaria durante dos ciclos de crecimiento aumentó en un 43% la estabilidad de los agregados y mejoró en un 28% la distribución y disposición espacial de los macro y micro agregados del suelo, lo que resulta en un incremento en las actividades microbiológicas que mejoran la fertilidad del suelo”, indicó Brandán.

En definitiva, esta diversificación de cultivos permite reducir la dependencia de un solo cultivo y, por lo tanto, contribuir a mejorar la fertilidad y conservar la biodiversidad agrícola.

La arena, el limo y la arcilla son las partículas elementales que, según en la proporción que se presenten, definen la textura del suelo. La asociación de estas a la materia orgánica junto a la actividad biológica edáfica determina la formación de agregados del suelo de diferente tamaño. 

Esta asociación protege al suelo de un mayor riesgo de erosión y, a su vez, sirve de nicho para los microorganismos cuya presencia impacta directamente en la fertilidad. La presencia de una microbiota viva, diversa y activa contribuye a fortalecer y enriquecer los suelos disturbados.

Además de incrementar significativamente la estabilidad de los agregados del suelo, los cultivos de servicio promovieron el incremento del carbono orgánico asociado. En este sentido, Antonella Ducci, investigadora de Inta Salta y del Conicet y autora de este trabajo, afirmó que “esto condujo a un aumento, en promedio, del 32% en las reservas de carbono lo que explicó, en parte, que todos los cultivos de servicios tuvieran una importante incidencia en el aumento del rendimiento del cultivo de renta”.
 

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