Controlan cada gota
Se asociaron para crear tecnología que reduce el uso de agua y agroquímicos
Mejoraron una sistema patentado en 1978 para volver un proceso clave en el campo más ecológico. Hoy son contratados por la forestal más grande del país
Por: Costanza Grosso mail
Hace dos años Micron Sprayers Limited, una empresa de maquinarias inglesa, desembarcó en Argentina de la mano de la casildense DVM. Cristian y Joel Riguero -primos y las cabezas de la agtech local- llevan el campo en la sangre y, gracias a sus estudios sobre agronomía y negocios, vieron la veta y se asociaron con Micron para ser su brazo tecnológico acá y lograr un mayor control e eficiencia en las aplicaciones de agua y agroquímicos en el campo.
En rigor, los Riguero desarrollaron un software que se combina con la máquina de Micron -empresa con 70 años de trayectoria en el mercado- para mejorarla. Lo que permite la tecnología diseñada en Santa Fe es realizar el monitoreo sobre la operación de la máquina, que redunda en una menor utilización de químicos para ahorrar y lograr una menor contaminación ambiental gracias a su proceso más eficiente. Así nació Micromax-E, la línea creada en conjunto con Micron y DVM.
El funcionamiento de estas maquinarias se da a través de un sistema rotativo que logra reducir la cantidad de líquidos aplicados por hectárea, permitiendo utilizar la cantidad de gotas que se elijan y del tamaño que se necesiten, desterrando el viejo sistema de pulverización.
“Mientras que el sistema tradicional utiliza 150 litros de agua dulce por hectárea, el sistema CDA reduce el consumo a 15 litros por hectárea aplicada”, explicó Cristian Riguero. De esta manera, no solo se reduce el consumo de agua, sino también el de agroquímicos, fertilizantes y fitonutrientes, siendo un sistema que ahorra en recursos naturales y protege a la tierra de productos innecesarios.
Se trata de una innovación tecnológica para el mercado agropecuario argentino, pero que en realidad lleva años desarrollándose en Europa. “Si bien para nuestra región es un sistema novedoso, en realidad está inventado y patentado desde 1978”, comentó. Los aviones y los drones tienen este tipo de atomización rotativa, y lo que se hizo fue llevar ese sistema a las maquinarias terrestres. Así, las maquinarias que comercializan tienen “la calidad de un dron pero en pulverización terrestre” por el sistema utilizado, pero también una mayor ventaja en controlar el tamaño y cantidad de gotas aplicadas, reduciendo los tiempos de deriva y los recursos utilizados por las opciones aéreas.

Reducir el impacto ambiental
Uno de los mayores contratistas de DVM en Argentina es la firma Arauco, una de las forestales más grandes de Argentina. Por la cantidad de suelo que manejan y su negocio, son altamente monitoreados para controlar el impacto ambiental que generan, y en orden de mantener eso en línea, comenzaron a atomizar sus equipos de pulverización.
Riguero explica que “estas empresas están muy controladas y deben demostrar qué es lo que realizan”, entonces sus maquinarias les permiten tener el control directo de los productos y agua utilizado, reduciendo el 90% el consumo de agua dulce y bajando la cantidad de herbicidas un 30%.
Si bien el sistema funciona y logra mayor precisión, los socios argentinos no se conformaron con vender cuatro maquinarias por mes para hacer llegar la tecnología al suelo argentino, uruguayo y paraguayo, sino que también desarrollaron un sistema en conjunto con la firma inglesa para hacerlo de manera más precisa.
Gracias a este nuevo trato comercial, la empresa argentina se convirtió en el brazo tecnológico de Micron, y durante este 2025 suman sede en Estados Unidos, Brasil y Australia, mientras siguen trabajando en las ya establecidas en Argentina, Uruguay y Paraguay. Con mayor tecnología es posible cuidar más el trato que se tiene hacia la naturaleza, volviendo accionares clásicos más ecológicos, y DVM lo demostró con esta gran innovación.