Una matriz más verde
Brasil se vende en Davos como terreno fértil para inversiones en energías renovables
Presentó su plan en el Foro Económico Mundial. Con iniciativas como la ley del Combustible del Futuro busca captar inversiones por 260 mil millones de reales hasta 2037
El gobierno de Brasil se presenta ante al mundo como un terreno fértil para la llegada de inversiones en energías renovables.
En el marco del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira - designado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para representar a Brasil en el Foro - presentó los compromisos de ese país y las prioridades en materia de energética ante líderes mundiales, empresarios e inversionistas.
En ese marco, Silveira destacó iniciativas como la ley del Combustible del Futuro que consolidan a Brasil como referente en la transición energética. “Estamos a la vanguardia de la transición energética y preparados para estas inversiones, garantizando seguridad jurídica y regulatoria”, dijo.
Silveira destacó que el país está preparado para recibir inversiones, gracias a los marcos legales aprobados por el gobierno y el Congreso nacional el año pasado, en particular las leyes de Hidrógeno, de Energía Eólica Marina y del Combustible del Futuro. "Estamos a la vanguardia de la transición energética y preparados para estas inversiones, garantizando seguridad jurídica y regulatoria", explicó Silveira.
El ministro también presentó los proyectos de transición subastados en los dos primeros años del gobierno de Lula, que garantizaron 60 mil millones de reales en inversiones para mejorar el Sistema Integrado Nacional de Energía Eléctrica.
Otro punto destacado fue el trabajo de modernización del sector de distribución de energía, a partir del decreto establecido el año pasado y actualmente en fase de reglamentación por la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), con la previsión de duplicar las inversiones en modernización del sector hasta 2028, alcanzando los 120 mil millones de reales.
“Brasil ha dado un paso gigante en el proceso de la descarbonización: aprobamos la ley del Combustible del Futuro. Esta cadena deberá valorarse en el mundo y los países desarrollados deberán pagar los bonos verdes, con beneficios para esta cadena sinérgica que involucra el agronegocio, la agricultura familiar y la generación de energía”, dijo.
La ley establece una serie de iniciativas para fomentar la descarbonización, la movilidad sostenible y la transición energética en Brasil. En este contexto, se prevén inversiones en el sector por un valor de 260 mil millones de reales hasta 2037, con la neutralización de 705 millones de toneladas de CO2 en el mismo período.
La iniciativa incluye acciones dirigidas a la expansión de los biocombustibles en la matriz energética, nuevos porcentajes de mezcla de biodiésel y etanol en el transporte terrestre, la descarbonización del sector aéreo mediante el uso de combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), la ampliación de la producción y el consumo de biometano, entre otras medidas.
En el marco de esa presentación oficial ante referentes del mundo, el director de ESG para América latina de la empresa Accenture, Felipe Bottini, puso de relieve que cada litro de biodiésel producido genera cuatro veces más resultados para la economía brasileña que el diésel fósil, y hasta 13,3 veces más si se tienen en cuenta factores ambientales.
También, al destacar la importancia de las políticas públicas aprobadas el año pasado para impulsar a los biocombustibles, el director ejecutivo de la empresa brasileña Be8, Erasmo Batistela, afirmó que los biocombustibles generan más rendimiento para el PIB de Brasil que los combustibles fósiles y destacó la potencia del país debido a su pluralidad energética. "Los biocombustibles en Brasil generan empleo, ingresos y descarbonización", concluyó.
Menos emisiones
En Davos también Silveira presentó los resultados logrados por el país dentro de la meta de descarbonización para 2024, que superó la economía esperada de 38,78 millones de toneladas de CO2 equivalente que había sido determinada en 2023 por la resolución del Consejo Nacional de Política Energética (CNPE).
En 2024, con la emisión de 42,44 millones de créditos de carbono, los llamados Bonos de Carbono (CBIO, por sus siglas en portugués), se dejó de emitir la misma cifra equivalente en la atmósfera, lo que generó un valor financiero de 3,9 mil millones de reales.