Alto al fuego
Crearon un chip multiusos para reciclar el 95% de la madera que antes se quemaba
Procesan 150.000 kg diarios de madera. Así, se convirtieron en la primera empresa argentina en obtener el sello de sustentabilidad ambiental
Por: Rodrigo Elias mail
Los aserraderos son lugares donde se generan muchos desperdicios de madera que, en numerosos casos, terminan siendo quemados, lo cual produce contaminación y perjudica al medioambiente. A partir de esta situación, en Villa del Rosario - un pueblo entrerriano de poco más de 5.000 habitantes cuya actividad principal es la citricultura - dos hermanos tuvieron una idea innovadora: crear una empresa que recicla el 95% de los desechos de madera que provienen de los aserraderos y que antes se quemaba.
Se trata de Cristian y Ezequiel Tisocco, quienes en 2008 fundaron Ecochip, una centro de chipeado (ubicado en el Parque Industrial del pueblo) que recibe los residuos de los aserraderos, a partir de los cuales y mediante una chipera, fabrica chips de madera que son comprados por terceros para múltiples usos.
“Procesamos 150 toneladas diarias de madera, el 95% de lo que antes se quemaba en un predio de 15 hectáreas”, aseguró Lisandro Zilloni, gerente de Ecochip, en diálogo con Ecobiz.
Cómo es el chip
“Nuestro chip es de madera y de montes vírgenes, no nativos”, explicó Zilloni. Y agregó: “No tiene ningún proceso intermedio de curado ni que contamine con combustible ni químicos”.
El chip mide, en promedio, 2 cm x 3 cm x 5 mm de ancho. Sin embargo, hay clientes que piden hacerlo más chico o más grande.
Para qué sirve
En sus inicios, el chip tenía como principal destino la firma Eger Group (en Concordia), que lo utilizaba para fabricar tableros de madera, placas de MDF para hacer muebles. Sin embargo, la demanda se diversificó: “Hoy lo vendemos a empresas de energía, siderúrgicas, cerealeras y hasta fábricas de jugo”, afirmó Zilloni.
El producto sirve también para la generación de energía con biomasa, calderas, secado de granos, fabricación de papeles, jardinería y alimentación de ganado.
Todo esto le valió la certificación ambiental de la Sociedad Argentina de Profesionales, Consultores y Expertos Ambientales (Saprocea), que fue clave para consolidar la confianza de los clientes.
Cómo obtienen la madera
En sus albores, Ecochip recibía la madera de forma gratuita de parte de los aserraderos, que se la llevaban en tractores o camiones y la volcaban en carritos. Sin embargo, eso generaba inconvenientes, ya que al mismo tiempo tiraban la madera, el aserrín, el despunte y la mugre. “Nosotros necesitábamos que venga más ordenada y clasificada la madera”, recordó uno de sus dueños.
A raíz de esto, comenzaron a pagarla para recibirla de forma ordenada. “Ahora la madera llega en paquetes, en fierros, y directamente la descargamos en un transfer y la procesamos”, explicó.
En palabras de Zilloni, la chipera es como una sierra gigante donde la madera se va moliendo.
Impacto en la comunidad
El predio de casi 15 hectáreas, donde antes se quemaban todos los residuos, fue transformado. En dos de ellas fue emplazada la chipera. Además, ahí mismo la Municipalidad instaló una planta de tratamiento de residuos, y luego loteó todos los terrenos que quedaron alrededor. Incluso hay cuatro aserraderos más que están dentro del predio industrial y varios terrenos en venta.
“Sólo se usa una hectárea para quemar”, indicó.
Proceso de producción
La planta de producción consta de las siguientes etapas:
- Recolección de materia prima
- Ingreso y acopio de la materia prima
- Procesado
- Estoqueado
- Carga
- Transporte.
Objetivos 2025
Con el sello en mano, se enfocan en nuevos desafíos para 2025, como implementar un sistema anti-incendio. “Trabajamos con chip, aserrín, viruta, madera, y todo es inflamable”, enfatizó, al tiempo que señaló que es una condición de Saprocea para renovar el sello en dos años. Recientemente, montaron un galpón nuevo para la parte de aserrín, y para guardar las máquinas y que no se ensucien.
Ademas, apuntan a armar una criba para clasificar los chips según su tamaño (chico, mediano y grande), lo que les dará un valor agregado. “Hay clientes que necesitan el chip grande y nos pagarían más por él”, concluyó.