Molinos agro y su forma de reconfigurar el negocio agroindustrial

Como un actor central en el mercado de los agroalimentos, la compañía Molinos agro, del grupo Perez Companc, presentó su reporte de sustentabilidad 2022-2023 en el cual destacó el trabajo que vino realizando en el último año en una “gestión transversal de la sustentabilidad en el negocio”, dijo su CEO y gerente general, Pablo Noceda.

“La importancia del rol que juega la agroindustria nos lleva a replantearnos y reconfigurar las condiciones en las que desarrollamos el negocio, considerando la influencia y el impacto en cada uno de nuestros grupos de interés”, indicó el ejecutivo quien dijo que más allá de la publicación del desempeño económico, social y ambiental a través de los reportes anuales, la compañía también creó un comité de sustentabilidad multidisciplinario para abordar estas y otras cuestiones.

En el último año en ese camino Molinos agro incorporó el criterio huella de carbono en el análisis de nuevas inversiones y participó en forma activa en la visión sectorial para el Gran Chaco argentino (Visec), la primera plataforma multisectorial que aborda el tema de la producción sustentable de soja en el país.

La compañía, que está en el top ten de los exportadores de granos de la Argentina – dedicada a la venta externa y molienda de granos y subproductos como maíz, soja, trigo y girasol, tiene en la localidad santafesina de San Lorenzo la 2° planta con mayor capacidad de crushing del mundo.

Además, producen biocombustibles y para atender ese mercado cerraron acuerdos para producirlo y exportarlo a la Unión Europea. Asimismo, abastecen localmente a empresas pymes con aceite de soja crudo desgomado para su transformación en biodiesel. Estas empresas son las encargadas de cumplir el cupo obligatorio de mezcla con diésel mineral en territorio argentino.

El reporte destaca que en el último año la compañía trabajo en la adopción de tecnologías más eficientes que permitan innovar procesos. De hecho, mencionaron que reemplazaron las bombas que alimentan la caldera y la torre de enfriamiento por unidades de última generación que consumen menor cantidad de energía y ahorran emisiones de gases efecto invernadero.

Además, para garantizar la calidad y seguridad de sus productos, certifican cada uno de los eslabones de la cadena productiva, desde la recepción de la materia prima hasta su despacho, contribuyendo así a la disponibilidad global de alimentos seguros. Además, los contratos de compra de granos contienen una cláusula referida a buenas prácticas agrícolas que las empresas proveedoras se comprometen a cumplir. También les solicitan el cumplimiento de las recomendaciones de las Normas GMP+B2, que incluyen requisitos de desempeño de estándares de calidad, inocuidad e higiene. 

Para optimizar el cumplimiento de metas sustentables con el ambiente en materia de transporte disminuyeron el uso de camiones convencionales dando lugar a bitrenes y camiones escalables, equipos de grandes dimensiones capaces de transportar entre 30 y 60% más materias primas que en un camión convencional, reduciendo el costo de combustible por tonelada transportada.

También como las matrices de impacto ambiental contemplan el consumo responsable de agua, explicaron que en la planta industrial optimizaron al máximo su uso, trabajando siempre que sea posible con circuitos cerrados. 

Por otro lado, Molinos agro decidió priorizar el uso de energías renovables y por eso impulsó la autosuficiencia energética a partir de la generación de electricidad a través de una turbina propia que abastece a la planta de San Lorenzo y al puerto San Benito en su plena capacidad. 

Finalmente destacaron que, respecto del período anterior, lograron reducir un  58% los residuos generados, un 60% los residuos valorizados y un 40% los residuos destinados a eliminación.

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