Actualidad
27.06.2024

Normativa de la UE

Botellas y tapas sellan un matrimonio perfecto

La Unión Europea dispuso una norma a través de la cual las botellas plásticas deben cambiar su diseño para que las tapas permanezcan unidas al envase para facilitar el reciclado. Rige a partir de julio 

Con un diseño molesto para algunos y muy útil otros, pero con un innegable beneficio para el planeta, las botellas de plástico para bebidas ahora deberán tener sus tapas adheridas al envase.

Así lo dispuso una normativa de la Unión Europea que entra en vigencia el 3 de julio y exige a las compañías acelerar los procesos de “ecodiseño”, es decir pensar la fabricación del producto plástico teniendo en cuenta toda su vida útil y su disposición final.

Esta medida está incluida dentro de un conjunto de normativas dispuestas en 2019, a partir de las cuales comenzaba una transición para reducir el impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente 

La normativa, que será obligatoria a partir del próximo mes e involucra a las botellas de plástico, establece que “los Estados miembros velarán porque los productos de plástico de un solo uso enumerados en la parte C del anexo que tengan tapas y tapones de plástico solo puedan introducirse en el mercado, si las tapas y los tapones permanecen unidos al recipiente durante la fase de utilización prevista de dicho producto”.

Esto forma parte de un plan de largo plazo que se trazó el bloque común a través del cual los Estados que lo conforman tendrán que recuperar el 90% de las botellas de plástico en 2029. 
Por otra parte, en 2025, se exigirá a todos los Estados miembros que las botellas de plástico tengan un 25% de contenido reciclado en su composición y que eso escale al menos al 30% en 2030, al menos un 30%.

Al demandar este nuevo diseño, lo que se busca es prevenir la dispersión de tapas y tapones de plástico en el medio ambiente y por eso se exigirá que los productos cumplan con estos estándares antes de ser comercializados en Europa.

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En Argentina la industria ya está anticipándose a esta situación y trabajan junto a Ecoplas, la entidad especializada en plásticos y medio ambiente, para promocionar la certificación de productos monomateriales que la entidad tiene hace casi una década. De esta manera queda constancia de que se trata de envases de un solo material, lo que facilita su reciclabilidad.

“En Europa la normativa que exige que la tapita de una botella no de pueda sacar, de manera de poder colocar todo junto en un contenedor, exigió muchas modificaciones en los moldes de esos productos y representó inversiones millonarias”, dijo Sergio Hilbrecht, gerente de la Cámara Argentina de la Industria Plástica sobre este tránsito hacia el ecodiseño que ahora comienza a ser exigido en la Unión Europea.

“Teniendo en cuenta esta tendencia, aquí en el país es mejor seguir atentamente esta normativa de carácter internacional y plasmarla en lo local”, agregó el directivo.

De todos modos, aunque la medida es obligatoria para todas las marcas algunos consumidores no se adaptan a utilizar una botella con su tapa incluida, lo que a su vez desafía a las empresas a analizar y reinventar diseños amigables.

Aún así, se trata de un punto de no retorno. Según datos del organismo estadístico de la UE (Eurostat) en 2021 la zona generó hasta 188,7 kg de residuos de envases plásticos por persona, un aumento de más de 10 kg respecto a 2020. Se estima que cada habitante de la UE genera en promedio 35,9 kg de residuos de  botellas de plástico, con sólo 14,2 kg reciclados.

En Argentina, “se reciclaron unas 340 mil toneladas de plástico en 2022 y los datos preliminares indican que en 2023 ese número se sextuplicó”, indicó Verónica Ramos, directora ejecutiva de Ecoplas.
 

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